Intervención en una escuela de formación de Joves d'Esquerra Unida

Buenos días, compañeros y compañeras, muchas gracias por haberme invitado, es para mi un placer estar aquí con vosotros clausurando esta escuela de verano de Joves de Esquerra Unida del País Valencià. Quiero felicitaros en primer lugar por estar aquí, por dedicar un fin de semana a compartir experiencias e ideas, a generar pensamiento compartido. Nada hay más revolucionario que el pensamiento. Decidir pensar y decidirse a pensar juntos, es el primer paso en cualquier estrategia de transformación social. Dedicarse a pensar cuando todo se opone a ello requiere audacia. Vosotros y vosotras la tenéis y sabéis que no hay nada más movilizador que el pensamiento. No existe actividad más subversiva ni temida. Y también más difamada, lo cual no es casual ni carece de importancia porque el pensamiento es político. El solo hecho de pensar es político.

De ahí la lucha insidiosa, y por eso más eficaz y más intensa en nuestra época, contra el pensamiento, contra la política con mayúsculas, contra la izquierda que combate el capitalismo y trata de crear una alternativa a las políticas neoliberales del bipartidismo dominante. De ahí la invisibilización de IU, de EUPV, de ahí el absoluto control de los medios de comunicación que hacen de la desinformación su marca de identidad, su mejor arma para fomentar la ignorancia, el miedo y la pasividad. Lucha insidiosa que se manifiesta en un ataque frontal a la educación pública, desde infantil a Bachillerato y Universidades. Ataque salvaje que se intensifica ahora con la excusa de la crisis pero que se gestó en los años 80, cuando las grandes multinaciones, el BCE y el FMI y planeaban convertir la educación en un inmenso negocio al servicio sus intereses particulares. En estas reuniones (en ellas Inditex, Nestlè y Telefónica, entre otras), se afirmaba sin reparo que “… los empresarios españoles no están contentos con sus jóvenes trabajadores, ya que consideran que saben demasiado”, según cita del informe La Universidad en conflicto. Capturas y fugas en el mercado global del saber, Edu-Factory y Universidad Nómada (Comps.), Madrid, Traficantes de Sueños, 2010, p. 117. O como dice ahora el ministro Wert cuando dice que “la selectividad no funciona porque la aprueba el 94% de los alumnos (las alumnas no existen para él). Que falta de vergüenza!!! Desde entonces planearon convertir la educación en un inmenso mercado-negocio, al servicio de sus intereses. Se dedicaron y se dedican a desprestigiar y desmantelar la educación pública para después privatizarla y empezaron a introducir estrategias de mercado en todos los ámbitos educativos. La tecnocracia se instaló en los centros educativos y en las universidades y los justos ideales de una educación pública, emancipadora, al servicio de las personas y no de los mercados, fue quedando diluida. A los grandes capitalistas que controlan la economía, al poder, no le interesa una ciudadanía culta , nunca les interesó, y por eso la batalla por una educación pública, popular y democrática que contribuya a la transformación social en el sentido de la igualdad, la justicia y el bien común, es una lucha permanente en la que algunas de nosotras llevamos participando toda la vida. La consecución de una educación pública, laica, gratuita, plural, científica y crítica, respetuosa con las diferencias a la vez que integradora de las mismas, coeducativa, inclusiva y compensadora de las desigualdades sociales sigue siendo una tarea pendiente. Una ciudadanía culta exige, los empleados con bajos sueldos y poca instrucción, tienen miedo y obedecen . Por eso el objetivo de la OMC, de los organismos económicos internacionales y de los gobiernos que aplican politicas neoliberales es formar trabajadores/as flexibles, dispuestos a no tener salarios, ni residencia fijas, convencidos de que es imposible aspirar a un trabajo para toda la vida dignamente pagado, preparados para competir sin tregua, sin tiempo para la socialización, ni para el sindicato, ni para la política y además convencidos de que este sistema es el mejor de los posibles, el non plus ultra en materia de democracia. No quieren trabajadores/as, sino esclavos y esclavas. El pensamiento es peligroso, os decía. Pensar es vivir y generar vida nueva, aunque cueste. De ahí la importancia de la información y de la formación que nos permite separar el grano de la paja, que nos hace salir de la ignorancia . De ahí la importancia de espacios de formación permanente, como esta escuela, que nos permitan consolidar un programa alternativo y diseñar las estrategias necesarias para extenderlo, para ganar espacios en el imaginario colectivo de las sociedades, para lograr que muchas personas crean que IU, que EUPV representa la izquierda necesaria, la única izquierda que se atreve a decir que es necesario cambiar el sistema, que este capitalismo disfrazado de neoliberalismo globalizador está acabado y que es necesario combinar audacia, valentía y rigor para imaginar que otro mundo más justo es posible. 

En segundo lugar quiero felicitaros por haber decidido contribuir a la transformación de la realidad social que os ha tocado vivir. Por decidiros a actuar y a actuar con otros/as. Yo suelo decir que hay dos tipos de personas, y esto vale no sólo para la política sino para todos los aspectos de la vida, las que viven la vida y aquellas otras a las que la vida les va pasando, sin que en ningún momento sean conscientes de que pueden diseñar su propio camino, constituyéndose así en personas libres, en sujetos de derecho, en miembros activos de la sociedad. Decidir hacer es la única manera de empezar a transformar la realidad. Participar, contrastar opiniones, organizarse, hacer uso de la palabra, protestar, movilizarse, es la única oportunidad que tiene los seres humanos para ser personas libres en una colectividad social. Felicitaros y felicitarnos porque los y las jóvenes sois un pilar esencial en esta organización que pretende ser el referente de la Izquierda en este País. Sin Izquierda Unida, sin Esquerra Unida, en el escenario político español y valenciano, esta sociedad sería mucho peor. Más allá de los aciertos y errores que se hayan podido cometer, en esta organización, podemos presumir con orgullo de que allí donde hay una Plataforma en defensa de la sanidad pública, de la escuela pública, de los servicios sociales, de cuidado y protección del medio ambiente o de defensa del patrimonio histórico y cultural de los pueblos, hay un militante de EUPV, allí donde se pide justicia social y derechos para los trabajadores, hay un militante de EUPV, allí donde se denuncia la corrupción, hay militantes de EUPV, allí donde se defienden los derechos de las mujeres, de los inmigrantes, de las minorías marginadas y excluidas, hay militantes de EUPV y muchas de ellas son jóvenes. Estamos a las puertas de dos procesos asamblearios y creo que es necesario que todos y todas nos impliquemos a fondo en el debate sobre un Proyecto de Futuro que nos haga más fuertes, que consolide nuestro discurso. Creo sinceramente que hay que primar el trabajo colectivo sobre las individualidades, que hay que cohesionar esta organización y crear nuevos mecanismos de participación y representación que no nos separen, sino que nos aglutinen, desde el respeto a la diversidad y la profundización en la democracia interna. No podemos permitirnos volver a tiempos anteriores en los que las peleas y disputas internas difuminaron el mensaje político. Ahora es tiempo de mirar hacia fuera, de ponernos todos y todas al servicio de la organización y ésta al servicio de la ciudadanía con un proyecto de futuro que siembre esperanza y que aliente a la rebeldía. Necesitamos dirigentes arriesgados y valientes, con discursos claros y contundentes. Necesitamos alcaldes y concejales honrados y honestos que sean ejemplo de calidad en la gestión e implicación en la creación de sociedad civil informada. Sin sujetos políticos, no hay política, sin política no hay democracia. Necesitamos militantes, militantes comprometidos con su trabajo, militantes que trabajen con otras personas en asociaciones, plataformas ...etc, y que no tengan miedo a hacer política, en el sentido más pleno de la palabra. Defender la politica es defender la democracia, pero no una democracia al servicio de los mercados, sino al servicio de las personas, de todas las personas. En esta organización no queremos políticos profesionales, queremos gentes que dignifiquen la política, gentes que entiendan que cada cual tiene que vivir de su trabajo y que en todos los ámbitos en que se mueve y en todos sus tiempos vitales sea coherente con su discurso. Gente que sepa asumir responsabilidades, pero también dejar paso, gente con experiencia que está dispuesta a ensenyar a otros/as, gente que sepa conjugar sensibilidades, aglutinar consensos y respetar disensos. En esta organización queremos transparencia y en ello estamos, queremos dignidad y queremos ejemplaridad. 

En tercer lugar felicitaros también por decidir sentir. Sólo las personas sensibles, capaces de dar y recibir afecto, las personas que consideran que todos los seres humanos deben disfrutar de los mismos derechos, las personas que sufren con la injusticia, que se alegran con los logros sociales, las personas que saben ser solidarias, sólo esas personas están dispuestas a realizar el esfuerzo que requiere formar parte de una organización, de un movimiento político social como es EUPV. Sólo si somos capaces de ilusionar a otros en proyectos de futuro, si los emplazamos en tareas con esperanza, sólo desde la alegría de la reivindicación y la protesta y el gusto por la vida, seremos capaces de sumar nuevas gentes a nuestro proyecto de transformación social. Compañeros y compañeras, salgamos a la calle y gritemos a los cuatro vientos que REBELARSE HOY ES UNA NECESIDAD DE SUPERVIVENCIA. Digamos a nuestros vecinos, compañeros de trabajo, gente de la calle, que se afirmen como hombres y mujeres libres, con conciencia, con dignidad y con valor para decir NO a las privatizaciones, no a los recortes de salarios y derechos a los trabajadores, no al desmantelamiento de los servicios públicos, no al esclavismo, no a la pobreza , no al sexismo, no a esta democracia secuestrada, no a la represión en las callles, no a la criminalización de nuestros diputados y diputadas que están en la calle al lado del estudiantado y la clase trabajadora, mientras los corruptos se pasean por las Cortes sin dignidad ni vergüenza... Salgamos a la calle para decir SÍ a la justicia social, sí a la prohibición de los paraísos fiscales, sí al derecho al trabajo, sí a la educación, sí a la calidad de los servicios públicos, sí a la solidaridad, sí a los derechos de las mujeres, sí a unas pensiones dignas, sí al cuidado y respeto al medio ambiente, si a la REPÚBLICA. Digamosles que es hora de reflexionar y de darnos cuenta de qué es lo que realmente vale la pena conservar, y luchar con valentía para defenderlo y mejorarlo. Insistamos en o nos rebelamos colectiva y organizadamente o perderemos los derechos ganados con tanta sangre derramada. No nos engañemos, nadie nos va a dar nada. Todas las conquistas sociales se han conseguido gracias al esfuerzo y la vida de personas que antes que nosotros y nosotras creyeron en la fuerza del pensamiento y de la razón para cambiar las cosas. Nadie nos va a dar lo que no seamos capaces de ganar con nuestro esfuerzo, con una organización fuerte, con ilusión y ganas. Hay que combatir el miedo compañeros y compañeras, ser valientes, con el valor que da la dignidad y la coherencia. Hay que poner en el empeño el corazón y la cabeza. Para ello, no hay que renunciar nunca a los sueños, ni a las utopías, nunca hay que darse por vencidos. Los sueños nos permiten ver futuros posibles y las utopías, mantienen vivas la ilusión y la esperanza.

Sois jóvenes, tenéis la vida por delante y como docente que soy, (yo también joven) maestra, me vais a permitir con todo el respeto, que termine con unas frases que dedico a mis alumnos/as cuando acaban una etapa. Dice así: Me gustaría que afrontaseis cada nueva etapa con la ilusión y las ganas del principiante que anhela escalar nuevas cimas y llegar al horizonte. Sed prudentes, pero no cobardes. Practicad el diálogo y la tolerancia, pero no aceptéis la injusticia. No dejéis que os manipulen, ni que os dominen, practicad la libertad aunque duela. Defended a los más débiles. Cuidad a los amigos y a las amigas. No desfallezcáis ante las adversidades y recordad que por muchas dificultades que encontréis, siempre, siempre podréis superarlas. No dejéis que nada ni nadie os mate la alegría. 

Salud y República. Adelante compañeras y compañeros.